lunes, 15 de octubre de 2012

Cinco historias


1

Un joven de 17 años se suicidó en el pueblo de Linkou, del noreste de China,
tras la decepción que le ocasionó conocer en persona a una chica con la que había coqueteado por internet durante meses, informó hoy la agencia oficial Xinhua.

El menor de edad, cuyo nombre no fue publicado, pasó horas y horas en los últimos siete meses hablando por el "chat" con su "cibernovia", que afirmaba tener 19 años y usaba el "nick" "Qunjiaofeiyang" (algo así como "falda volante").

Finalmente, ambos decidieron concertar una cita de verdad el 26 de diciembre en la ciudad de Mudanjiang, en la provincia nororiental de Heilongjiang. El joven tomó un tren para ir a esa ciudad y se llevó una enorme decepción al conocer a la chica, sobre todo porque era 10 años mayor de lo que aseguraba a través de internet, señalaron los padres del chico.

Tras la cita, el adolescente regresó a su pueblo, donde se mostró esquivo ante sus padres y sin apetito en los días siguientes, hasta que poco después apareció ahorcado en una colina cercana a la localidad.

China tiene más de 130 millones de internautas, lo que le coloca en el segundo lugar del mundo en usuarios de la red que, según el Gobierno, muchas veces es una "mala influencia" para niños y jóvenes chinos.

Por esa razón, los menores de edad tienen prohibida la entrada a los "cibercafés", y frecuentemente la prensa estatal publica noticias de jóvenes que han terminado mal debido al uso abusivo de la red.


2

Un niño de origen guatemalteco murió en Houston, Texas, cuando aparentemente trataba de imitar la ejecución del ex gobernante iraquí Saddam Hussein, informa hoy el diario The Houston Chronicle.

El periódico citó declaraciones del portavoz de la policía del condado de Webster, Tom Claunch, quien dijo que el cuerpo del niño de 10 años, identificado como Sergio Pelico, fue encontrado en la mañana del pasado domingo. Claunch manifestó que la madre del menor declaró que antes de ahorcarse, Sergio había visto las noticias sobre la ejecución de Saddam Hussein un día antes.

“Creemos que se trata de un accidente. Pensamos que el niño estaba experimentando”, dijo Claunch. El diario también citó declaraciones del sicólogo Edward Bischof, quien comentó que el menor, que cursaba el quinto grado en la Escuela Elemental de Clear Lake City, posiblemente tratara de “imitar” un comportamiento mostrado por la televisión que le pareció interesante o emocionante. “Creo que tal vez este niño haya estado tratando de hacer algo que le pareció entretenido sin la madurez emocional o sicológica de pensar lo que hacía”, añadió.

“Saddam Hussein fue mostrado (por la televisión de cable) de pie en el cadalso con el nudo alrededor de su cuello una docena de veces por hora. Este es un caso real en el que la televisión parece haber sido un estimulante”, añadió.

3

Cero y van cuatro. ¿Maldición o coincidencia?

Un niño de 12 años murió ahorcado en un pueblo ubicado al sureste de Turquía luego de imitar la ejecución del ex dictador iraquí, Saddam Hussein. Con este caso suman cuatro los menores que han fallecido por el mismo motivo en la India, Pakistán y Estados Unidos.

El hecho sucedió luego que el menor observara las imágenes de la muerte del ex presidente de Irak por televisión. Los padres del menor intentaron salvarlo, sin embargo, cuando ingresaron a su habitación, éste ya se encontraba muerto.

Sin embargo, el reporte de la muerte de Hussein también influyó en un niño de 10 años, de origen guatemalteco, quien murió en Houston, Texas, de acuerdo con el diario The Houston Chronicle.

En Pakistán, otro menor de nueve años, con ayuda de su hermana de 10 años se colgó de un ventilador de techo, mientras que una niña hindú de 15 años, llamada Moon Moon, nativa de una localidad cercana a Kolkata, India, fue hallada muerta por el mismo motivo.


El comentario:

No cabe duda que la influencia de los medios de comunicación puede ser en determinadas ocasiones más fatal que la vida misma. En el primer caso tenemos a un chico enamorado por la red, un menor al que le “vendieron” sentimientos falsos a través del chat (esto es el pan de cada día a nivel mundial).

El problema no son las mentiras que constantemente se dicen las personas por Internet, sino la facilidad (¿o debería decir debilidad?) de los jóvenes que lo utilizan y que abren su corazón para creer las falsedades con un sentido de la realidad que a final de cuentas resulta ser fatal.

Los otros cuatro casos son todavía más macabros y peligrosos puesto que se trata de cuatro menores que apenas comenzaban a vivir. Aquí, la influencia de las televisoras y su afán por difundir antes que nadie la nota roja que les regaló George Bush (o su padre del mismo nombre), es decir, las imágenes del ahorcamiento público de Saddam Hussein, tuvo consecuencias fatales. ¿Cuántos infantes faltan por emular la desastrosa muerte de Hussein? ¿Es una maldición?

La pregunta es: Aparte de la pornografía y los problemas de pedofilia, ¿le falta a Internet y a los medios televisivos algo por resolver?

La duda queda ahí, aunque se piense siempre en la libertad de expresión.

Una lástima que suceda todo esto.

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