Desde su invención, al paso de los años, se han diseñado todo tipo de ascensores, variados en su capacidad de carga, en velocidad, en decoración, algunos incluyen lo más novedoso en tecnología y otros limitándose a lo esencial para cumplir con su misión de transportar verticalmente a personas y objetos.
Sin embargo, estos útiles artefactos, también han sido lugar y causa de accidentes, de los cuales, los más afortunados han logrado recuperarse de sus lesiones, pero otros se convirtieron en víctimas de escenas realmente trágicas, pues perdieron la vida.
1. Instituto Mecánico Electricista de Pensilvania.
La noche del 22 de mayo
de 1903, un grupo de jóvenes que asistían al instituto estaban
realizando una fiesta, la cual ocupaba el quinto y sexto piso del
edificio Donnelley.
Eran aproximadamente 700
personas las que se desplazaban por los dos niveles. A las 10 PM, un
grupo de 17 personas llegó al lugar para ascender el sexto piso y unirse
a la fiesta, sin embargo, en cuanto el elevador llegó a su destino, de
pronto se soltó y cayó seis pisos estrellándose en el pozo del
ascensor, aplastando a los ocupantes, de los cuales sólo uno logró
sobrevivir.
El accidente fue atribuido a la sobrecarga, pues tenía como máximo capacidad para 12 personas.
2. Fábrica de textiles.
El accidente fue atribuido a la sobrecarga, pues tenía como máximo capacidad para 12 personas.
2. Fábrica de textiles.
En diciembre de 1946,
poco después de que la Segunda Guerra Mundial había concluido, un
ascensor de seguridad Otis, el cual contaba con un sistema automático
para detenerse en caso de una caída libre, dio una sorpresa inesperada.
Como cada día, 12
mujeres subieron al ascensor de su lugar de trabajo, una fábrica de
textiles, cuando al llegar al tercer piso, de pronto se escuchó un
fuerte ruido, seguido inmediatamente de la caída del elevador hasta el
pozo.
Pero ese no fue todo el peligro que enfrentaron, pues un instante después de tocar fondo, los cientos de kilogramos que pesan el cable de acero y el tambor, se estrellaron sobre el techo del ascensor, causando la muerte de dos mujeres, quienes sufrieron múltiples fracturas en las piernas y el cráneo. Las otras 10 mujeres resultaron gravemente heridas, aunque lograron continuar con vida.
3. Caída de 75 pisos.
Pero ese no fue todo el peligro que enfrentaron, pues un instante después de tocar fondo, los cientos de kilogramos que pesan el cable de acero y el tambor, se estrellaron sobre el techo del ascensor, causando la muerte de dos mujeres, quienes sufrieron múltiples fracturas en las piernas y el cráneo. Las otras 10 mujeres resultaron gravemente heridas, aunque lograron continuar con vida.
3. Caída de 75 pisos.
En 1945, la operadora de
uno de los ascensores del Empire State, fue víctima de un inusual
accidente. Después de que un avión bombardero B-25 tomase un rumbo
equivocado a causa de una densa niebla, este se estrelló contra el piso
78 del edificio, provocando la caída del elevador a través de 75 pisos.
Afortunadamente la mujer
logró sobrevivir, pues al parecer, la enorme cantidad de cable que se
encontraba en el pozo y con el que chocó la cabina del ascensor, fungió
como trampolín y amortiguó la caída. Las paredes del elevador quedaron
destrozadas, pero la operadora, aunque herida, no perdió la vida.
4. Isaac Jordania.
4. Isaac Jordania.
El congresista
estadounidense, quien también fue uno de los fundadores de la
fraternidad Sígma Chí, en 1855, murió accidentalmente en 1890, cuando al
salir de sus oficinas, se detuvo en la entrada del elevador y volteó
para saludar a un amigo.
Al terminar la charla,
dando la espalda al ascensor, no se percató que éste ya había subido y
al notar que la puerta aún se encontraba entreabierta, intentó
introducirse al hueco para después caer hasta el pozo.
5. Repartidor chino.
5. Repartidor chino.
Un repartidor de comida
de origen chino, quedó atrapado en un elevador de Nueva York durante
tres días. Sus compañeros, al no encontrarlo, temían que hubiese sido
asesinado, pero en realidad el sujeto llamado Ming Kuang Chen, nunca
salió del edificio.
La policía rastreó todo
el Bronx, pero nunca imaginó que lo encontrarían en uno de los
ascensores tres días después, los cuales estuvo sin comida y agua. Chen,
que no hablaba inglés, había hecho llamadas por el intercomunicador a
los elementos de seguridad del edificio y aunque le oían, nunca lograron
entender lo que estaba diciendo.
6. City Heights.
6. City Heights.
El estudiante de 16
años, Hirosuke Ichikawa, vivía en el complejo de City Heights, una
vivienda pública en el distrito Minato, uno de los 23 que existen en
Tokio, Japón.
En junio de 2006,
Ichikawa sacaba su bicicleta del elevador, cuando de pronto, estando a
la mitad del camino, el ascensor se disparó hacia arriba, aplastando al
joven contra el marco de la puerta ocasionando su muerte por asfixia.
Finalmente, tras varias investigaciones, la causa fue atribuida a una deficiencia en el sistema de frenado del ascensor, en combinación con un mal seguimiento del programa de mantenimiento.
Finalmente, tras varias investigaciones, la causa fue atribuida a una deficiencia en el sistema de frenado del ascensor, en combinación con un mal seguimiento del programa de mantenimiento.
7. Monja de 85 años.
En abril de 2011, una
monja logró sobrevivir durante cuatro días, después de haber quedado
atrapada en el elevador de su convento. El resto de las monjas, no se
encontraba, puesto que asistían a una convención. La Hermana Margaret
Geary, de 85 años de edad, se mantuvo con vida gracias a unos tallos de
apio, una botella de agua y pastillas para la tos, las cuales chupaba
para calmar su sed.
8. Sherwood y Caroline Wadsworth.
La pareja después de
haber sobrevivido a la guerra y abrir su propia concesionaria de autos,
se retiraron a la costa de Georgia en la década de los 80. Su residencia
privada de tres pisos, contaba con elevador, el cual, a diferencia de
los ascensores de edificios públicos y comerciales, no estaba equipado
con una línea de teléfono para situaciones de emergencia.
Después de que los
vecinos notarán que tras varios días, los Wadsworths no sacaban la
basura y que el repartidor de periódicos notara que sus entregas se
acumulaban en la puerta, este decidió llamar a la policía, quien tuvo
que irrumpir en la casa.Finalmente la pareja fue encontrada en el interior del ascensor, entre la segunda y la tercera planta, acostados en posición fetal, uno frente al otro. Ambos murieron de agotamiento a causa del calor, pues la temperatura en el interior de un elevador, puede llegar a los 35 grados centígrados. La policía estima que la pareja estuvo atrapada, al menos cuatro días antes de ser descubiertos.
9. Ascensor de hospital.
El 16 de agosto de 2003,
el médico Hitoshi Nikaidoh, quien trabajaba en un hospital de Houston,
fue víctima de un ascensor que se encontraba descompuesto. Ese día, la
asistente médico, Karin Leah Steinau, notó que el letrero que indicaba
desde hace días que el ascensor se encontraba "fuera de servicio", ya no
estaba, por lo que supuso que funcionaba de nuevo y oprimió el botón
para esperar a que el elevador llegara.
Nikaidoh quien caminaba
por el vestíbulo, se acercó a Steinau y le preguntó si el ascensor
estaba trabajando, a lo que ella respondió que al parecer estaba de
nuevo en funcionamiento. Al abrirse las puertas, la asistente entró a la
cabina del elevador, y en cuanto Nikaidoh comenzó a entrar, las puertas
de pronto se cerraron, sin abrirse automáticamente como sucede
normalmente cuando el sistema percibe que algo está obstruyendo el
cierre.
Así fue como el ascensor empezó a subir, teniendo atrapado al médico, quien prácticamente fue decapitado, quedando su cabeza dentro del ascensor, a la vista de Steinau, quien tuvo que esperar la llegada y las labores de los equipos de rescate para salir de la trágica escena.
10. Suzanne Hart.
Así fue como el ascensor empezó a subir, teniendo atrapado al médico, quien prácticamente fue decapitado, quedando su cabeza dentro del ascensor, a la vista de Steinau, quien tuvo que esperar la llegada y las labores de los equipos de rescate para salir de la trágica escena.
10. Suzanne Hart.
Un caso más reciente, es
el de la ejecutiva de publicidad de 41 años de edad que trabajaba en
las oficinas de Nueva York, de la compañía Young & Rubicam. El 14 de
diciembre de 2011, a las 10 AM, la mujer quedó atrapada justo cuando
iba a entrar en el elevador, el cual al moverse al siguiente piso, la
aplastó fatalmente.
Dos testigos que se
encontraban en el interior del ascensor, tuvieron que ser tratados
psicológicamente por haber presenciado el accidente. Aún no se
identifican las causas de la falla en el elevador.
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